La prueba comenzó sobre mojado, tras un chaparrón que dejó las primeras curvas muy peligrosas. Fernando se deshizo de Massa y quiso poner presión sobre Seb, tanta que acabó tocando con el ‘endplate’ izquierdo en la rueda del Red Bull. Inmediatamente su coche se vio frenado y Mark Webber llegaba desde atrás con intenciones de adelantarle. Alonso se resistió con el alerón colgando y sacando visibles chispas.
Había alcanzado la calle de boxes y cuando parecía que estaba salvado, incompresiblemente, pasó de largo para encaminarse a otro giro más. En mitad de la recta principal, el apéndice se desprendió completamente y Fernando lo hizo añicos al pasar por encima con las cuatro ruedas. En la frenada pasó largo hacia la escapatoria.
Duelo en Red Bull
En cinco vueltas se pusieron las gomas de seco. Vettel el primero, aunque fue sobrepasado por Webber, que se quedó en pista dos giros más. Allí empezó el duelo del día entre los dos pilotos con el coche más en forma en Sepang. Los Mercedes amenazaron sin dar con Hamilton Y Rosberg, pero acabaron cediendo en el último tercio de carrera.
La prueba se decidió en la vuelta 45, cuando Vettel, con un juego nuevo de neumáticos medios, por uno duro de su compañero, dio cuenta del australiano tras una resistencia temeraria. Mark le cerró contra el muro en una maniobra inconcebible entre compañeros de equipo. Seb se llevó un importante triunfo, el 27º de su carrera y lidera el Mundial con 40 puntos, 11 más que Kimi Raikkonen. Pero en el podio saltaron chispas entre ambos, con gestos de pocos amigos y malos modos entre ambos, ante la mirada preocupada y atónita de Adrian Newey.
El que entró tercero fue Lewis Hamilton, no sin ayuda de su equipo, que frenó a un Rosberg que mereció más el puesto. "Acuérdate de ésta", le dijo el alemán a Ross Brawn (jefe fe Mercedes) por la radio al acabar.
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