Lo bueno: que Michael Schumacher conserve la vida, luego del accidente sufrido cuando esquiaba en los Alpes Franceses el 29 de diciembre del año pasado.
Lo malo: que a raíz de ese accidente se encuentre en coma inducido del cual no ha podido recuperarse, a pesar de haberse iniciado una fase de activación para despertarlo en el Hospital Universitario de Grenoble.
Lo feo: que luego de los triunfos obtenidos como uno de los grandes de la Fórmula 1 se encuentre en ese estado de salud y con esporádicas visitas de amigos y compañeros.
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